martes, 26 de enero de 2010

Escobazo Lunático!







Lunático viene de lunes? o lunes viene de lunático?


no sé, no sé. Pero lo que sí sé es que:


Limpiemos los lunes!!!!


Del calendario laboral.


Del calendario académico.


De las obligaciones.



Lunes: Porqué no te dejás de joder con aparecerte semana tras semana? No te das cuenta de que NO TE QUIERE NADIE.

A ver: ¿A quién fuck le gusta el lunes eh? A NA DIE!!!!


Tan lindo finde en Gualeguaychú que pasamos con los amigos, tanta gente con buena onda, tanta playa, tanta fiesta, tanta música, tanto sol, tanto paisaje para recrear la vista, tanta bronca saber que el domingo se cortaba el asuntillo.... Todo por qué? Por que al otro día era lunes!!!!!


No nene! Desaparecé! Hacete agua! Matate sólo!


A ver si algún dios del calendario se pone media pila y al menos lo declara "Día del recupero resacoso" o algo similar.


Plumero, aspiradora, lampazo, escoba, cepillo, lavarropas y todo para el lunes!!!!




Ya sé que hoy es miércoles, pero me había quedado atragantado el asunto, y el lunes dormí catorce horas seguidas para recuperarme del finde agitadísimo que tuve.

martes, 12 de enero de 2010

Limpieza Satánica


“No existen las brujas, pero que las hay,
las hay.”



Y vaya que es así! Es creer o reventar. Yo por lo pronto me aterrorizo cada vez que salgo de madrugada rumbo al trabajo. Porque sí, salgo de madrugada.


La vi por vez primera con un batón extra large, típico de una señora pasada en edad que se levanta de la cama y viste lo primero que tiene a mano.

Tenía el pelo corto y blanco, y unos ojos negros que a treinta metros me calaron los huesos.

Era de noche aún, y allí estaba ella, frente a esa casa, sola, arriesgada, decidida a hacer vaya uno a saber qué.

Lo único de lo que estoy segura es de lo que vi. No creo más que en aquello que mis ojos pueden atestiguar, es una filosofía de vida.

Tenía en un su mano una bolsa y de ella extraía algo parecido a un polvo, arena quizá, poción de maldades, tal vez. No lo sé, no lo sabré nunca, ni por casualidad me animé a preguntar.

Sólo sé que atiné a detenerme frente a su imagen esquelética, pálida e inquisidora. Mantuve la vista sólo unos instantes, los suficientes como para que sembrara en mí el terror de lo inesperado y de lo desconocido.

No pude más que sacudirme el cuerpo, quitar la vista y seguir como si jamás hubiese sido testigo de que a las cinco de la madrugada, esa anciana, estaba tirando “algo” frente a la casa de “alguien”.

Aún no salía de mi asombro y del terror, cuando a la mañana siguiente, otra vez, yendo al trabajo, al cruzar la calle me di cuenta de que en el medio de ésta, reposaba una copa transparente, con una vela negra en el medio, y eso lo avisté porque mi torpe pié no tuvo el menor cuidado, e insolentemente, pateó a su paso un tridente, negro también, que obraba de ofrenda tal vez, en ese rito seguramente satánico que se habría desarrollado horas antes.

Estoy viviendo en un barrio rodeada de brujas maléficas que ahora acechan mis sueños cada noche y no puedo quitarlas de mis pupilas.

¿Arremeterán contra mí por haber sido testigo de sus más obscuros actos?

Necesito empezar a creer en algo que me quite del insomnio.

Necesito que una tormenta como la de anoche pase y limpie a estas brujas que se están encargando de ponerme la piel de gallina cada vez que llega la hora de partir hacia mis quehaceres laborales.

lunes, 4 de enero de 2010

Limpieza de hipocresía, despojo de sinceridad

Porque podemos estar así de lejos y sentirnos así de cerca.

Porque pudimos habernos conocido tanto sin haber pasado mucho tiempo juntos

Porque podemos calmar nuestras ansiedades y nuestras angustias de tan solo pensarnos

Porque podemos sentirnos únicos, sabiendo que el otro nos sabe único.

Porque puedo despertar por la mañana recordándote y así tener la seguridad de que mi día será hermoso, como tu imagen intacta en mis pupilas.

Porque puedo seguir adelante, sabiéndote ahí, tan ajeno, pero tan parte mía.

Porque mantengo la esperanza, de que milagrosamente, el destino nos tenga guardado algo más, que nos haga felices, que nos regale vida, que nos llene de paz, y nos incentive a seguir, no tan lejos, no tan ajenos.

Y lo digo porque puedo, porque quiero, porque no soy sin ser tuya.