lunes, 7 de diciembre de 2009

Limpieza purificadora

Después de estar cinco días guardadísima a causa de una amigdalitis que derribó cualquier intento de salubridad en mi persona, he decidido desterrar el pucho de mi vida.

Yes.


Pucho:

Yo te destierro de mis labios, ya no te posarás sobre ellos.

Yo te elimino de mis dedos, ya no los aromatizarás con tu fuerte olor a nicotina.

Yo te elimino de mi presupuesto, ya no representarás un gasto de $100 por mes al reberendo cuete.

Yo te elimino de mi cartera, no me preocuparé si te dejé en algún lado.


Te elimino de mi pelo, de mis pulmones, de mis dientes, de mi sangre, de mi casa.


Chau Pucho.


Matate solo q yo me muero de alguna otra cosa más placentera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno!!! eso me gusta!!!! animo con la limpieza general!!!