martes, 12 de enero de 2010

Limpieza Satánica


“No existen las brujas, pero que las hay,
las hay.”



Y vaya que es así! Es creer o reventar. Yo por lo pronto me aterrorizo cada vez que salgo de madrugada rumbo al trabajo. Porque sí, salgo de madrugada.


La vi por vez primera con un batón extra large, típico de una señora pasada en edad que se levanta de la cama y viste lo primero que tiene a mano.

Tenía el pelo corto y blanco, y unos ojos negros que a treinta metros me calaron los huesos.

Era de noche aún, y allí estaba ella, frente a esa casa, sola, arriesgada, decidida a hacer vaya uno a saber qué.

Lo único de lo que estoy segura es de lo que vi. No creo más que en aquello que mis ojos pueden atestiguar, es una filosofía de vida.

Tenía en un su mano una bolsa y de ella extraía algo parecido a un polvo, arena quizá, poción de maldades, tal vez. No lo sé, no lo sabré nunca, ni por casualidad me animé a preguntar.

Sólo sé que atiné a detenerme frente a su imagen esquelética, pálida e inquisidora. Mantuve la vista sólo unos instantes, los suficientes como para que sembrara en mí el terror de lo inesperado y de lo desconocido.

No pude más que sacudirme el cuerpo, quitar la vista y seguir como si jamás hubiese sido testigo de que a las cinco de la madrugada, esa anciana, estaba tirando “algo” frente a la casa de “alguien”.

Aún no salía de mi asombro y del terror, cuando a la mañana siguiente, otra vez, yendo al trabajo, al cruzar la calle me di cuenta de que en el medio de ésta, reposaba una copa transparente, con una vela negra en el medio, y eso lo avisté porque mi torpe pié no tuvo el menor cuidado, e insolentemente, pateó a su paso un tridente, negro también, que obraba de ofrenda tal vez, en ese rito seguramente satánico que se habría desarrollado horas antes.

Estoy viviendo en un barrio rodeada de brujas maléficas que ahora acechan mis sueños cada noche y no puedo quitarlas de mis pupilas.

¿Arremeterán contra mí por haber sido testigo de sus más obscuros actos?

Necesito empezar a creer en algo que me quite del insomnio.

Necesito que una tormenta como la de anoche pase y limpie a estas brujas que se están encargando de ponerme la piel de gallina cada vez que llega la hora de partir hacia mis quehaceres laborales.

1 comentario:

porquepodemos dijo...

a las brujas COTF!!!
y problema resuelto...
el Pepi se esta encargando de esas cosas, cual si fuera un cobrador, va casa por casa haciendo efectivo el castigo...

COTF!
COTF!
COTF!